martes, 20 de mayo de 2014

DE MIAMI A NEW YORK. III

Cuarto día
Salimos de Charleston recorriendo la ciudad que ya habíamos visto  de noche, una mezcla de Las Mercedes, La Castellana con El Hatillo a nivel comercial pero en la costa, donde la gente recorre los locales nocturnos entre tiendas de marca, hasta en minifalda y descalzos aunque la temperatura esté en 0 grados. Una ciudad que mantiene las casas típicas y un dejo a casas del terror saliendo de ella que también tienen su encanto.
Nos dispusimos al recorrido entre Las Carolinas, vía Newport News en Virginia. Para este día iríamos inicialmente a Richmond a casa de una amiga pero cambiaron los planes pues la hija tendría una competencia de natación, así que decidimos encontrarnos con ellos en el mismo hotel y conocer otra ciudad.
Hicimos una buena parte del trayecto entre haciendas agrícolas, ríos y ventas de productos cultivados, luego buscamos la I95 para agilizar el trayecto.

 Llegamos justo a tiempo para el coctel de bienvenida en el Embassy de Newport News, un hotel muy visitado por los familiares de militares que visitan la base que allí se encuentra y por personas que llegan al hotel después de las fiestas en la ciudad. Explico ésto porque mi comadre se quejó de que nadie en el hotel hablara español, ni hiciera el intento, podría sucederle a alguno. Los niños llegaron directo a la piscina, nosotros a calentarnos con los cocteles...
Al día siguiente no pudimos ingresar al fuerte donde eran las competencias, pues únicamente está permitida la entrada para residentes de USA o invitados directos de un militar, así que nos fuimos a un centro comercial, donde nos encontraríamos en la tarde con mi amiga y su familia para dirigirnos a Richmond. El centro comercial es un Prime como el de Orlando, así que mejor no nos pudo ir. Fue un día completo de tiendas. Bastante avanzada la noche, llegamos a Richmond a casa de mi amiga y nos encontramos con una ciudad espectacular para vivir tranquilos. Este sería el primer viaje en el que disfrutaríamos de los restaurantes con calma y con personas que nos llevarían a disfrutar de buena comida, a buenos precios. Como era Navidad, el esposo de mi amiga nos llevó a ver calles completas y casas decoradas, cómo ésta que es de un Venezolano. El esposo de mi amiga odia la navidad, pero tiene la paciencia de aceptar que a nosotros nos encanta.
Fueron dos días relajados, sin horario para dormir mucho y con la atención que solo saben brindar los amigos de toda la vida. Recorriendo tiendas y la ciudad. El último día nos llevaron a este paraíso.




Un resort de esquí al cual llegas entre casas hermosas tipo haciendas. En cuanto llegamos comenzó a nevar. Un total espectáculo para nosotros que jamás lo habíamos vivido. Los niños disfrutaron un rato de la nieve que se hizo copiosa en instantes y ya anocheciendo decidimos regresar, había que pasar una bajada bastante fuerte, así que una vez llegado a la zona plana, nos detuvimos a comer en un bar típico de las afueras. La persona que atiende es dueña, cocinera, mesonera, barman y muy simpática. La comida tarda un poco pero se hace divertido ver su desenvolvimiento y escucharla mientras pensábamos en que lo que estaba cocinando se quemaría. Luego de la cena nos despedimos de nuestras excelentes anfitrionas, mi amiga y su hija, ya amiga de mis hijos,  ellas regresarían a Richmond y nosotros continuaríamos viaje hacia Washington D.C. al que llegamos esa misma noche.
Escogimos quedarnos en el Marriot más que por su reputación por su ubicación, conseguimos una oferta que incluía el estacionamiento y los desayunos para los 5. Esto último no lo ofrece el hotel pero en la página donde lo reservé lo incluían, tuve que recordárselo en varias oportunidades al hotel y al final lo aceptaron. Hago esta salvedad pues cuando de cadenas de hoteles conocidos se trata, hay que estar pendiente de lo que se reservó y canceló, suele haber algunas divergencias pero siempre logran arreglarse.
Lanzamos las maletas en la habitación y fuimos a dar un ligero recorrido en carro por la ciudad para familiarizarnos con ella, en especial para ubicar en dónde nos convendría estacionar al día siguiente para recorrer con mayor facilidad lo que queríamos conocer..... aunque no sirvió de mucho.
Como habíamos comenzado el viaje soñando con ver la nieve, el cielo nos volvió a complacer....
Así amaneció Washington
Y nos complació de tal forma que dejó de nevar para que pudiéramos utilizar el día a plenitud, con frío, bastante para los que no estamos acostumbrados, pero se soportaba entrando a los museos...
Los puestos que encontrábamos eran por muy poco tiempo, máximo tres horas y estacionar allí para luego volver a cancelar era perder mucho tiempo. Preferimos ir al lugar más lejano, ya cansados de buscar....y estacionarnos en uno que era todo el día, aproximádamente 20 $, no lo recuerdo con exactitud, lo que si recuerdo es que escogimos el más lejano.... tuvimos que caminar bastante y ubicarnos para poder llegar a donde queríamos, los museos. No es que yo sea muy amiga de ir a museos, pero había que ir... para los que son amantes de museos es perfecta pues además todos son gratuitos.
Comenzamos por el del espacio,  que abrieron minutos después de nuestra llegada, luego visitamos el de Ciencias, creo que es el más famoso. Salimos buscando la Casa Blanca, no podíamos dejar de visitarla y el Congreso.

El Obelisco, al que le había tomado fotos la noche anterior, fue blanco de múltiples tomas en todos los horarios, haber sabido que lo iba a ver desde tantos ángulos y me hubiera esforzado menos la noche anterior. Decidimos volver a buscar la camioneta pues ya había anochecido y estábamos realmente alejados del estacionamiento, lo cual fue perfecto pues conocimos el metro de Washington.

Ya en la noche visitamos el Monumento a Washington, ahora sí conseguimos lugares perfectos para estacionarnos en donde queríamos y estábamos más familiarizados con todo. Aquí les coloco una vista del Obelisco desde allí.
Hicimos algunas paradas más, para ver algunos monumentos y nos fuimos a descansar al hotel, fue un día largo y caminamos bastante, había que recuperar fuerzas, ya habíamos cenado en un local de comida rápida que encontramos en una plaza antes de tomar el metro. Al llegar al hotel caímos rendidos.
Amaneciendo nuestro segundo día en Washington pretendíamos salir directo hacia New York pues queríamos parar en Philadelphia pero decidimos aprovechar para visitar también el cementerio, así que para no perder la costumbre de recorrer lo máximo que podíamos, fuimos a visitarlo, caminamos hasta la tumba de Kennedy y de nuevo a nuestro hogar, la camioneta.
Les regalo esta toma del Monumento a Jefferson, se ve el volumen de vuelos que maneja la Capital de Estados Unidos.
El trayecto hacia Philadelphia fue interrumpido por un "avistamiento"... una tienda IKEA que yo tenía pendiente visitar.... así que  ya  anocheciendo llegamos  a Philadelphia, eso no iba a cambiar nuestros planes. Queríamos visitar la estatua de Rocky y la Campana, dos lugares emblemáticos, no nos daba tiempo para mucho pero lo hicimos. La noche estaba bastante fría, así que las visitas fueron cortas y decididas.... foto, corre, al carro!!!!.
Y llegamos a New York, bueno, en realidad a New Jersey. En la próxima entrada les contaré nuestros 7 días en la capital del mundo.



lunes, 5 de mayo de 2014


De Miami a Nueva York. II
 
He retrasado este relato por lo largo, pero lo prometido es deuda.
A mi me fueron muy útiles las historias vividas por otros que encontré en la web y veo que los preparativos fueron muy leídos en éste, así que aquí les va, intentaré dar los detalles que más importancia tengan y que recuerde.
Lo del cupo CADIVI del primer post ya venció... aquí todo cambia rápidamente, ahora el recorrido deberían hacerlo al revés... De New York a Miami, con cupo viajero a tasa Sicad I, por ahora.

 Primer día:  Llegamos a Miami cerca del mediodía, inmigración se compadeció de nosotros o quiso salir rápido de los grupos con niños y abrieron una taquilla adicional por la cual pasamos sin esperar mucho, cosa que usualmente no sucede y deben contemplar mayor tiempo si lo llevan muy contado.
Nos trasladamos al edificio donde están los alquileres de autos, para los que no conocen Miami deben ingresar en un tren que los lleva hasta allá, no necesitan saber mucho más, hay indicadores que los guían. El aeropuerto se comunica con la zona de alquileres, donde están en una misma sede todas las compañías. En este viaje terminamos alquilando con Hertz, siempre deben consultar todas las compañías que conozcan, los precios varían y pueden conseguir ofertas. Por la cantidad de personas que viajamos (5) y lo largo del trayecto que íbamos a realizar necesitábamos una camioneta con capacidad para equipaje también, por lo que escogimos una Vans, estas últimas no las consiguen en cualquier empresa, adicionalmente deben tener en cuenta que en nuestro caso, la devolveremos en Nueva York, deberán pagar el costo de devolución en otro estado y tampoco todas las empresas tienen esa disponibilidad. Otra duda que mucha gente presenta son los pagos de peaje, todos los años avanza el sistema, este año ya la camioneta trae el dispositivo y pasas automáticamente por todos, pues los sistemas cambian por estado. El pago se realizará al final cuando devuelvan el carro o pagan todos los que puedan para no acumular a ciegas el monto, hay peajes en Florida que no permiten el pago directo. Y por último con respecto al carro, no olviden el GPS, pueden contratarlo o llevar uno propio.
Ya cómodamente sentados en la que será prácticamente nuestra casa por unos cuantos días, nos dirigimos al hotel para dejar el equipaje y salir a Bayside y Miami Beach. En Bayside encontrarán estacionamiento fácilmente y se puede recorrer el puerto, un paseo agradable, donde encuentran algo para tomar, comer, locales comerciales, kioskos y una tarima donde se presentan grupos constantemente. Allí también verán el Hard Rock Café si se quieren sentar un rato y un local no tan famoso pero donde hay música latina, si es fin de semana estará más animado. Lo único a tomar en cuenta es que si hay juego de basket en el Arena los puestos de estacionamiento ya no serán tan fáciles de ubicar.
Miami Beach es un poco más complicado en cuanto a estacionamiento, si quieren recorrerlo es preferible que ubiquen un puesto cercano en las calles paralelas a la playa y lo recorran caminando. Se pueden alquilar bicicletas pero deben tener tarjetas locales.
Nuestro recorrido del primer día concluyó en la primera tiendita, para comenzar a hacer lo que más me gusta hacer en Miami, comprar, así que rápidamente pasé por allí.... para luego irnos a descansar al hotel y poder salir al día siguiente vía Orlando.
 
Segundo día: Para serles bien sincera, no recuerdo mucho de este día, pareciera que mi viaje comenzó al día siguiente. Salimos alrededor de las 9 de la mañana, como el Sawgrass está prácticamente en camino, nos paramos para visitar las tiendas que nos interesaban. Es un centro comercial donde hay varios outlets, si quieren detenerse deben saber que es inmensamente grande, es recomendable que si no van a dedicarse a las compras allí, busquen en el directorio un mapa y se dirijan a donde quieren. Yo en esta oportunidad lo hice en carro para ahorrar tiempo. En Orlando también encontrarán outlets de las mismas marcas, aunque las cosas son semejantes no en todos encuentran lo mismo, en especial si se trata de zapatos.
Para seguir hacia Orlando se puede ir por la autopista o por la I-95,  decidimos seguir por esta última para que mi comadre conociera algo más. Entre las paradas se nos hizo de noche, por lo que el recorrido en Orlando fue poco. Dejar maletas en el hotel fue lo primero, quería que mi comadre viera algo alegórico, ya que no íbamos a ningún parque pero faltaban cosas por comprar para prepararnos para el frío que venía, así que fuimos primero de compras, por lo que  al Downtown Disney llegamos tardísimo y poco pudo ver pues ya estaban cerrando, pero fue. Si no quieren comprar el tiempo para conocer rinde muchísimo más pero la tentación es inmensa cuando se va de Venezuela y no se sabe si a medida que subas hacia Nueva York encontrarás los mismos precios. En realidad en esta primera etapa del viaje mezclé mi interés en comprar con el de que mi comadre conociera, así que corrimos. Si no conocen la ciudad es recomendable que dejen más tiempo para visitarla, si quieren comprar mucho más. Nuestro recorrido principal del viaje, comienza a partir de Orlando por lo que estábamos preparados para el apuro. Es recomendable que escojan un hotel que quede cerca de lo que quieren visitar aquí, para llegar rápidamente a dejar maletas.
Tercer día: Aquí comienza realmente nuestra aventura por conocer. Revisé en google maps las vías y decidí que nos fuéramos bordeando la costa, hay una carretera excelente la A1A que resultó ser una de las mejores decisiones. Pueden subir por la I-95 pero queríamos conocer más.
Y les enseño todo lo que nos encontramos antes de llegar a Charleston, nuestro destino para este día. Pueden hacer el recorrido más corto y parar antes pero como les conté en el post anterior, quería conocer sin restarle tiempo a Virginia y New York.












 
Luego de la A1A deben retomar la vía principal, la I95. Pueden llegar a Savannah Georgia o hacer lo que hicimos nosotros, desviarnos hacia Charleston, ciudad que forma parte de la ruta histórica. Las últimas dos imágenes son de allí. St. Augustine es hermoso, aunque el olor que la acompaña es desagradable, iba a buscar la causa pero hasta hoy que estoy escribiendo, lo había olvidado.