domingo, 14 de marzo de 2010

De Caruao...

No entiendo a la gente, más entiendo a los perros...
Bajo la más mísera excusa ataca a quien le ha hecho bien.
Olvida lo bueno, destruye lo que encuentra bajo la ilusión de construir algún día algo para sí.
Eso es lo que pasó en Caruao hace poco. Destruyeron lo bonito pensando en construir en ese lugar viviendas para ellos, es decir destruyeron una ilusión para construir la propia sin tener absolútamente nada para hacerla realidad.
Mientras tanto, solo tienen la rabia de la gente que como yo, no entiende cómo odian a quienes les apoyan, a quienes conviven con ellos. La Guachafita y sus habitantes, todos desconocidos por mí pero a quienes veo como uno más de quienes contínua u ocasionalmente visitamos la costa que tanto nos gusta, compramos en sus improvisados locales, disfrutamos junto a ellos hasta una corta conversa en la playa y soñamos con algún día tener un lugar para aislarnos del mundo como hicieron esos viejitos, frente al mar y con la compañía de un humilde pueblo por donde caminar hacia el río.
Ellos son oriundos de la zona.... Ahhhhhhhhhh ok., entonces yo, que nací en una clínica que existía en La Candelaria voy a ir a quemar toda la zona para construir un conjunto residencial para todos los que nacimos allí, agárrense que voy pa'lla, estoy buscando a la gente que nació allí para que me apoyen, si no, no importa, me busco a unos treinta buhoneros que estén dispuestos a quemar conmigo y en mi nombre, les doy un pedacito a cada uno. Ya veremos luego de dónde sacamos los materiales y la mano de obra para hacer nuestra mega construcción.
"No todos los habitantes somos así" "este pueblo no era así" y mil expresiones más de los que miraron calladitos cómo un grupito destruía un pedazo de una finca y la reputación completa de su pueblo....
Es que acaso no son tan culpables los 40 ó 60 que destruyeron como los 3000 que se quedaron callados mirando? No amiguitos, esas expresiones están de más.
Juzgaré distinto al pueblo cuando vea que siembran entre todos y arreglan lo que un grupito destruyó, cuando vea cómo el pueblo se organiza y construye bonito.
Mientras tanto, no compro nada más por allí. Mientras tanto para mi, todos forman parte de un grupo que odia lo que tienen los demás pero no hace algo por sí mismo para tener algo parecido.
Adios empanadas, adios pescadito frito, adios guarapita, adios tambores y adios a todo lo que ustedes vendían. Me llevaré todo todito lo que necesite para transitar por su oriunda zona, porque aunque lamentable para ustedes que no quieren que los demás les visitemos, la carretera, los pasos de tierra, los ríos y el mar no les pertenecen.

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