viernes, 11 de junio de 2010

Cómo serán nuestros hijos como padres.

La mayoría de nuestros padres no tenían conocimientos emocionales suficientes para hacernos crecer emocionalmente y formarnos como adultos con alta autoestima, por ello procuraron darnos educación a toda costa.
Ahora hay que mejorar la especie, porque el tiro salió por la culata.
Nuestra generación de Súper papás con muchos conocimientos pero carentes de autoestima daña enórmemente la formación realmente importante para nuestros hijos, la de las emociones.
Recuerdo a mis padres decirme diariamente "el que no estudia, no es nadie en la vida" y así escuchaba el discurso en todos los padres de mis amigas del colegio. También decían que las cosas había que ganárselas y no importaba si podían comprarme o no lo que se me antojara, me decían que las cosas tenían valor, que no se podía comprar todo lo que uno quería.
Y nos volvió a salir el tiro por la culata.
Le damos todo a nuestros hijos, porque a nosotros nos costaba un mundo convencer a nuestros padres para que compraran lo que queríamos....
Les damos el discursito pero antes de que nuestros hijos terminen de escucharnos, ya estamos en la tienda comprando. Suspender una fiesta, una salida o lo que sea para que aprendan por algo que hicieron mal, nos cuesta un mundo cumplirlo y hasta buscamos excusas para no tener que hacerlo.
Y resultó ser que la frase del que no estudia, no es nadie en la vida estaba totalmente incompleta y falta de redacción.
Estudiar, obtener conocimientos es fundamental, pero lo que hace grande al ser humano es la conjugación de los conocimientos con un manejo inteligente de las emociones y una maravillosa autoestima, por no nombrar en detalle cada valor perdido en el camino.
Ir a una competencia deportiva de los hijos es un drama que cada día me permito vivirlo con mayor recelo que el anterior.
Gritos, insultos, golpes entre representantes, fanatismo desmesurado hacia unos hijos que lejos de estar creciendo como seres humanos están en la disyuntiva entre sus propios conocimientos básicos del deber ser y lo que ven a diario, confesando que grito aupándolos y nunca me callo cuando escucho a algún papá frenético gritando, es decir, me uno al grupo de los discapacitados padres de ahora.
Salieron mil libros a la calle para enseñarnos a ser mejores y empeoraron todo, leyéndolos todos los padres se creen expertos psicólogos, psicopedagogos, docentes y pare usted de contar.
Padres que lejos de tener una vida propia, viven la de sus hijos, haciendo tareas para competir con los otros padres, trabajos básicos los transforman en tesis de grado, amparados por docentes hartos de aguantarles su lengua de padres resabiondos que prefieren ponerle buenas notas aunque sepan que los niños no lo hicieron a calarse la lenguarada de unos padres perféctamente preparados para la estupidez.
La razón la tiene cada uno, no hay conversación posible, la de cada uno es la real y los demás están "pelados".
Y lo más grave aun, se forman grupos de padres disociados, que se hacen "amigos" entre ellos y terminan siendo más "amigos" que los hijos. La relación normal que debe darse entre compañeros, hoy soy tu pana, mañana no, a ti te invito, a ti no, hoy te hablo mañana no se, desaparece porque son llevados a relacionarse de acuerdo a los gustos de sus representantes que no tienen una vida propia y le quitan la de los hijos para hacerla suya.
No me preocupa el hoy tanto como el mañana, el hoy lo van descubriendo los niños poco a poco, van aprendiendo, asimilando y sacando sus propias conclusiones que ellos hoy no manejan a conciencia y cuyos resultados veremos posteriormente, cuál será? no lo se.
Espero, dada la capacidad intelectual superior que trajeron genéticamente las nuevas generaciones, la emocionalidad despreocupada que también trajeron genéticamente, obviando lo índigo y lo cristal que también leímos y no debimos leer.... que esta nueva generación sepa tamizar y depurar muy bien los malísimos ejemplos que estamos dando los Súper Papás devaluados de ahora.
Saludos..... de una Súper mamá que pelea consigo misma para no serlo...

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