viernes, 20 de febrero de 2009

Llegó el carnaval a Vargas



Me refiero a las vacaciones, la fiesta, la rumba, la playa, nuestros visitantes, porque por lo demás, en Venezuela siempre estamos en Carnaval.

Este estado y me imagino que los demás que son turísticos, se transforma en fechas como ésta donde las vacaciones se concentran en pocos días, en una especie de carrera contra reloj.

Los pobladores tratan de huir, mientras que los que tienen comercios intentan aprovechar al máximo, los edificios arreglan lo que necesiten y lo que no y todo se convierte en un caos para sus moradores habituales. Yo, mientras pueda hacerlo, soy del grupo que se va y cuanto más rápido mejor. Este año fui con más lentitud y aun no me he escapado, pero me voy.

Me encanta vivir frente al mar, pero ya la costumbre de no tener muchos vecinos hace que el gentío que veo cuando me asomo en estos días me resulte causa de autismo voluntario, valga la inapropiada semejanza.

Este año promete tener un buen cambio, han adornado con buen gusto los postes de todo el estado, no se si se habrán acordado de la parte del Junquito todavía. Intentan mantener la limpieza, hay nuevas embarcaciones de guardia costera, con sirenas y luces, todas unas patrulleras, justo en este momento están instalando los semáforos de la Ave. La Playa, ya saben, como todo en Venezuela, en el último minuto pero lo están haciendo.

La guardia ya no coloca letreros para que la gente no corra, sino carros totalmente destruídos. Vamos a ver si así nos cuidamos un poco más.

A los que visitan este estado, por favor, denle menos trabajo a los bomberos y protección civil, jamás había visto grupos tan eficientes como éstos de Vargas, parece que fueran atrás del que se va a estrellar con un vidente adentro de la unidad, están por todos lados, van y vienen constantemente, ésto no es buen síntoma cuando se trata de que su labor no es para salvar un gato que no se puede bajar de un árbol, sino para encontrar uno o varios muertos en un carro destruído y a punto de explotar o para intentar salvar a alguno de los que quedó adentro de un amasijo de algo que se llamaba carro o para rescatar al que se fue nadando hasta donde quiso sin pararle a nadie. Y no es exageración o sadismo, es lo que veo todos los fines de semana y se incrementa en estas fechas.

En Venezuela el que no toma es algo así como una especie en vías de extinción, todos tomamos, unos más otros menos pero tomamos, si es en la playa, mejor y mucho más. No importan las prohibiciones y los horarios de venta de licores, es más bien ridícula la medida, cuando lo hacen tomamos más porque compramos con tiempo mucho más de lo que normalmente compraríamos, por si acaso se acaba. Pero no se vayan inconcientes, pueden matar a los demás.

A los que usan la Caracas-La Guaira, imagino que la mayoría, jajajaja, por favor ésta aunque así parezca no es una vía segura, tiene unas curvas que son causa casi diaria de destrucción, porque choque no se le puede llamar a estos accidentes.

Cuando vayan a salir del túnel largo, tengan cuidado también, el clima que tenían cuando entraron puede ser todo lo contrario al que se encuentran al salir. Esa montaña divide el clima, así le llamo yo. Por lo demás es mucho mejor que muchas vías del país.

Si van a bajar por Galipán, la carretera está excelente, eso si, los que no tienen 4x4 no se olviden que los frenos se acaban y aunque sean camionetas, si son 4x2, la diferencia es que son más grandes que un carro porque lo demás funciona igualito.

Y si van hacia la costa, encontrarán lo más bello del estado, ayudarán a sus pobladores a tener mayores ingresos y descongestionarán las playas comunes, aunque eso suponga que iremos eliminando las playas tipo Paraíso del grupo de playas poco visitadas y divinas para pasar un día sin caos.

A los motorizados, ni hablar, no vale la pena hablarles, no me importa si no todos son iguales, simplemente no deberían existir. No hay un solo día en el que no se mate por lo menos uno de ellos, donde no se atraviesen decenas de ellos y causen caos, donde no haya que pedirles disculpas por estar en la calle y molestarlos con nuestra presencia. Los que vienen de visita son peores, si yo fuera la Guardia Nacional, los dejaría a todos borrachos como vuelven llenos de anís en el cerebro, descansar su pea en la playa hasta el día siguiente, no me importa si tienen papeles o no, el caso es que vienen en el peor estado de destrucción y no me importa realmente la de ellos que se la disfrutan sino de los que no tenemos nada que ver con ellos. El grave problema es que a la hora de regreso diario de las playas ya la policía, la guardia y nadie está de turno, vamos a ver si en eso también cambian esta vez.

En fin, como lo que cada quien haga no es realmente mi competencia, felices carnavales, tomen mucho, disfruten mucho, pero cuídense de no dañar a los demás.

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