En la calle todo el día

Si.....en la calle todo el día, es decir, callejera es mi vida.
Con la computadora encima que termina siendo nada portátil...
menos mal que ya inventaron una más pequeñita, falta sólo que me la compre y busque un pantalón más grande para meterla en el bolsillo.
Eso de ver cómo entrenan fútbol mis hijos, van a clases de música.... a la vez que mirar a la pantalla para responder correos y además atender el teléfono para responder muchas veces la misma pregunta mil veces, resulta siendo.... original? o insoportable?
Y cualquiera que me ve dirá, guaaaaaaaaaaaaaoooooooo.
Claro, si a eso le agregamos que hasta hace muy poco llevaba casi dos años tomándome las cosas con calma, tannnnnnnta calma que rayaba en casi no hacer nada por producir, salvo lo que llegara solo y las múltiples ocupaciones de mis inquietísimos hijos. Pues ésto será símplemente para reivindicarme con la sociedad.... tan ansiosa por verme otra vez en el mismo ritmo de locura que acostumbraba tener.
Digo la sociedad, que no permite que disfrutes la vida en forma tranquila, porque conmigo estoy en perfecta calma.
Pues ahora, ya, listo, a volverse como locos viéndome abrir la laptop, descargarle la batería, buscar un enchufe en cualquier lado para poder volverle a descargar la batería.
Y mi hijo, el mayor, ayer me preguntaba... porque les digo que por favor no hablen cuando yo esté hablando por teléfono que son clientes....es que son especialistas en buscarme justo en ese momento.
¿Y a tí te pagan por hablar con esa gente que te llama???
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